¿TIENES UN FAMILIAR CON TOC? ¡TE DECIMOS QUE SI HACER! PARTE II
Por: Tania Pérez Duarte, M. S.
Liderar y motivar a apegarse al tratamiento:
Motivar a tu familiar requiere de reforzar lo que vea en su tratamiento. Hay muchas formas en las que uno puede animar y ayudar a negociar el pasar las calles con algunos baches.
Re-nombrar el pensamiento: “Es solo un pensamiento, no soy yo”
Insistir en que “TÚ” estás a cargo, no el TOC
Desafiar al TOC, hacer lo opuesto de lo que el TOC quiere
Disfrutar el éxito, recompensarte “Lo logré, lo puedo lograr nuevamente”
Ideas de cómo motivar a tu familiar: “¿Quién va a estar a cargo? ¿El TOC o tú?” “¿Te acuerdas de lo que platicamos hace rato? El TOC hará lo que sea si tú lo permites, no lo dejes”. “Puedes decidir qué quieres hacer tú o lo que quiere el TOC, solo tú puedes tomar esa decisión”. Hay que dar el espacio para que él decida. Transmite que confías en él para mejorar. Toma el tratamiento en serio y hazlo un “proyecto”. Manténte cerca pero no tan cerca (metiche).
Soltar, para que la persona aprenda por sí misma:
Finalmente, uno necesita soltar, dejar que tu familiar aprenda por sí mismo. Al hacer esto uno deposita su confianza y reafirmas tu fe en que tiene las habilidades para lograrlo. Al hacer esto se le da esperanza y una actitud positiva. “Tienes el poder de cambiar”
Deja que tu familiar, junto con su terapeuta elijan la jerarquía a trabajar. Deja que él ponga las reglas del tratamiento. Las metas del tratamiento deben ser las de él, no tuyas. Se deben de enfocar en lo que tu hijo quiere lograr, no en lo que más te molesta a ti como papá. Imponer tus metas obstaculiza el tratamiento. Los pacientes se motivan más cuando tienen el control de su tratamiento. Dale espacio para crecer, así como se lo diste para aprender a gatear, caminar, comer, etc.
Soltar, también involucra dejar de darle el poder al TOC, quien ha estado organizando sus vidas hasta ese momento. Reconocer quién es tu familiar fuera del TOC, la dinámica que quieren llevar como familia, normalizará sus vida nuevamente.
Aplaudir y premiar el esfuerzo y los logros:
Reconocer y celebrar los éxitos de tu hijo. Es un apartado importante dentro del tratamiento que en muchas ocasiones se olvida. Hay que celebrar inclusive los logros pequeños. ¿Cuántas veces nos fijamos en lo que falta por lograr y hacemos a un lado lo que sí se está logrando? Ej. recuerda cómo eran las boletas académicas en los viejos tiempos, eran de cartón y las calificaciones escritas a mano, la materia reprobada estaba en rojo, aunque ese cinco estuviera rodeado de nueves, ¿en qué te fijabas?
Puedes hacer una gráfica semanal con las metas acordadas con su terapeuta y de ahí tener una medición objetiva y visible. Enséñale a tu familiar cómo puede recompensarse por su esfuerzo. Encuentren cosas relajantes para hacer; ir por un helado, ver una película juntos, bailar, etc.
El mayor reto de todo esto, es que no es una tarea específica por realizar, es cambiar toda la dinámica entre tú y tu familiar. Y es un cambio y adaptación continua, lo que funcionó un día, deja de funcionar al otro, lo que funcionó por la mañana deja de funcionar en la tarde. Cometerás errores en el proceso y aprenderás por ensayo y error.